A Google le gusta cómo te queda, a nosotros no
¿Dressqué? Dresscode. Elegante, casual, casual business. Estampado si, flores no, ¿y rayas? ¿Cómo que no queda mi talla? Pues lo quiero, ¿cómo que online tampoco hay? Un momento, si está agotado ¿será que todo el mundo va a tenerlo igual que yo? No quiero ir como todos, mejor cambio de idea. Esto tal vez…pero, espera, ¿esto sigue de moda? Y, ¿qué es la moda?, ¿quién dicta qué se lleva y qué no?
Pues no, en Dress60 no vamos a daros respuesta a estas dudas que pueden planteársele a uno en medio de una de esas batallas de shopping. Ni somos expertos en moda, ni escribimos sobre tendencias, o al menos no estrictamente tendencias fashionistas. Aquí creemos que el estilo de cada uno es algo muy personal y que por tanto, la libertad última en la elección de la ropa recae en el propio comprador. Ahora bien, habiéndonos curado en salud con nuestro discursito open-minded, tenemos unas preguntas: antes del momento de la elección final de una prenda, ¿qué fue lo que nos hizo llegar a ella?, ¿por qué esas dos prendas entre las que dudas y no el resto del universo textil que tienes a tu disposición? ¿Por qué esta marca, esta tienda, o este diseñador, cuando tienes infinidad más?
Estamos preguntones hoy, lo sabemos. Y de nuevo os quedáis sin respuesta. Simplemente abrimos un espacio para reflexionar sobre un tema que está muy en voga actualmente y que por su interés directo con la actividad de nuestro proyecto, creemos interesante poner sobre la mesa. Nos referimos a esas inocentes sugerencias que Internet nos ofrece sobre productos, marcas y prendas determinadas. No es ninguna novedad hablar de los ficheros de información que empresas como Google tienen de cada uno de sus usuarios, es decir, de todos nosotros. Lo que empieza a ser más habitual es el establecimiento de unos límites, sobre todo éticos. Quizá ya es tarde, quizá no sirva con eliminar nuestro rastro de Internet, si es que alguien es capaz de conseguirlo del todo.
Nuestra información, nuestros gustos, están ahí, ya lo saben, nos conocen, ya nos hemos tomado un café con ellos y les hemos invitado a entrar hasta nuestras cocinas y por ello, recibimos la información que recibimos en nuestras bandejas de entrada, en la publicidad que nos asalta cuando leemos el periódico o cuando nos ponemos al día en redes sociales. ¿Nos facilita esto la vida o, por el contrario, nos la complica más? Si somos capaces de dejar a un lado los límites que tienen que ver estrictamente con el auge del consumismo y la filosofía del tirar y comprar de la sociedad actual, puede que resulte beneficioso el hecho de que el mercado y su amplísima oferta se nos presente de manera ordenada y sesgada según nuestros gustos. Pero, un momento, ¿ordenada es lo mismo que controlada? En este caso podríamos considerarlo así; controlada por empresas que, aún siguiendo nuestras pautas de gusto, nos presentan lo que en cada momento más interesa presentar, lo que al inicio del post llamabamos “moda”, lo que tiene que llevarse. Este sería el caso, por ejemplo, de la nueva aplicación que está siendo estudiada por el gigante de los buscadores y apoyada por la firma HyM, la bautizada como Coded Couture, y que podría traer nuevos vientos a la moda online.
Es aquí donde en Dress60 introducimos la diferencia entre sugerencias basadas en información que otras empresas recopilan del usuario y aquellas otras sugerencias basadas en la información que el propio usuario introduce en la aplicación. Porque no es lo mismo que Google te digan que algo te queda bien a que nosotros te digamos que, efectivamente, esa prenda se ajusta perfectamente a tu figura y puedas verlo casi casi como cuando te pruebas algo frente a un espejo. La información que tengamos del usuario dependerá únicamente de lo que él mismo quiera contarnos. Desde sus medidas hasta sus tiendas y tipos de ropa favoritos. Ser un probador de ropa virtual que guarda tus gustos y te recomienda prendas similares no es lo mismo que tener intereses directos en las empresas que producen esas prendas. Mientras Google te dice que te queda bien, nosotros seremos objetivos. No somos tu abuela diciéndote lo guapo que estás con todo lo que te pongas, somos tu amigo con poco tacto y menos pelos en la lengua que te llevas de compras cuando quieres una visión realmente objetiva. Eso sí, prometemos ser más amables que él.
Queremos que abraces al repartidor
En el mundo del aquí y ahora, de las exigencias y el poco tiempo, de darle al botón adecuado en la pantalla de tu smartphone y que a la media hora aparezca una pizza en la puerta de tu casa. Y no solo una pizza, dicen que si tienes paciencia y esperas unos días, pueden llegarte desde zapatillas hasta un traje de firma, pasando por el último modelo de todos y cada uno de los artilugios tecnológicos que se te ocurran. Deseas que el próximo timbre que suene sea el tuyo, que detrás de ese telefonillo esté esa especie de nuevo superhéroe: el repartidor. Te entrega el paquete y le abrazas, le abrazas casi más fuerte que a cualquier miembro de tu familia; o no lo haces pero te gustaría haberte atrevido. Ser repartidor en los tiempos que corren tiene que ser la bomba. Pero para que este héroe moderno llegue al felpudo de tu casa hubo un proceso previo. 4 quesos, barbacoa, y una tercera cualquiera pero que no lleve cebolla que seguro que a alguien no le gusta. Como si fuera así de fácil decidirse. Pero ahora damos un paso más allá y en vez de hablar de comida, sin tener la más mínima intención de restarle importancia a este placer de la vida, nos centramos en lo que a Dress60 más le incumbe: la moda online.
Desde hace unos años, los sites de venta se han multiplicado y destronado, en algunos casos, la idea de visitar las tiendas físicas. Como ya comentábamos en alguno de nuestros post de instagram, basándonos en datos del observatorio Cetelem, el sector de la moda es uno de los más populares dentro del intrigante mundo del ecommerce. La realidad de nuestros días es que los consumidores confían cada vez más en los portales de venta online para rellenar sus armarios de ropa, calzado y complementos. Grandes y pequeñas firmas, todos sin excepción, tienen muy en cuenta este canal a la hora de seguir sus estrategias de venta. Solo hay que echar un vistazo a la amplia variedad de ofertas que podemos encontrar en la web; desde páginas que nacieron con el propósito de ser solo virtuales, hasta marcas habituales que deciden dar el paso a esta modalidad al ver en ella una gran oportunidad de crecimiento. Todas ellas aprovechan la accesibilidad de este canal para que sus clientes encuentren lo que buscan en cada momento y así facilitarles la tarea de ir de compras.
Desde su nacimiento, en el comercio online se ha trabajado mucho para que este fuera cada vez más sencillo y práctico de utilizar. Además, los expertos del sector han tenido que enfrentarse a uno de sus grandes enemigos, sino el mayor: la confianza que la gente deposita en un medio online es siempre menor que la que sienten con respecto a una tienda habitual. Si centramos nuestra atención en el sector de la moda, esta falta de confianza se refleja en datos como el siguiente: es el sector en el que la tasa de rechazo es más alta. Esto quiere decir que el ratio de conversión entre visitas al site y la materialización de esa visita en una compra final es bastante baja en comparación con otros segmentos del mercado como, por ejemplo, el tecnológico.
Cualquiera que haya comprado por Internet entiende esta sensación de riesgo y duda. Nosotros, como consumidores, también lo experimentamos y por eso nuestro proyecto tiene un enfoque funcional, ya que son varios los motivos que influyen a la hora de decidirse por una compra online. En su mayor parte, estas razones tienen que ver con la diferencia entre la expectativa que tenemos respecto a la prenda que vemos online y la realidad final que llega a nuestra casa. Pero en Dress60 queremos que no tengas que aferrarte solamente a tu imaginación, queremos que tus expectativas se basen en algo, sino tangible 100%, al menos muy cercano a ello.
Queremos que cuando tu paquete llegue a casa abraces al repartidor. Por eso creemos y trabajamos día a día en un proyecto que esperamos, dentro de poco, deje de ser nuestro para empezar a estar al alcance de todos.
Sostenibilidad y tecnología del lujo
La industria del lujo y el diseño va avanzando, mano a mano, con la tecnología. Cada vez son más los proyectos que posicionan la Sostenibilidad como valor y motor principal. Es el caso de Scott Hamlin, un emprendedor americano, apasionado de la Moda. Pone en práctica la sostenibilidad del reciclaje de materiales. Además, con su empresa Looptworks quiere que las personas se conciencien del importante papel social que forman en el entorno que los rodea.
El Instituto de Empresas de Madrid nos presentó a Scott Hamlin, entre otros emprendedores. Podíamos conocer de primera mano que la industria del textil y el lujo traspasa fronteras gracias a personas como Hamlin y la tecnología. El pasado martes 21 de junio, Dress60 pudo hablar con el fundador de Looptworks. Se trata de una plataforma online que permite conocer el trabajo de reciclaje y reutilización que realiza la empresa. A través de los recursos materiales que ya han formado parte de la Moda, Looptworks crea y da vida a bolsos de diario y de viaje. De una manera sostenible, ecológica y, gracias a la tecnología que utilizan, no pierden la calidad del producto final.
La presentación de Looptworks se enmarcó en el encuentro “Smart Luxury, a trending theme in the premium & luxury sectors”. El mismo lo presentó María Eugenia Girón, directora del Observatorio del Mercado Premium del Instituto de Empresa de Madrid. El IE acogió a grandes profesionales, amantes del Diseño y la Calidad. La conferencia empezó con ideas claves referentes a la importancia que está teniendo la tecnología. La Moda se está envolviendo de innovación. La ya famosa “tecnología de las cosas” se hace patente en los tejidos y complementos.
Esta vez, la tecnología aparece como canal para llegar a los rincones más ocultos de la industria. La moda y el lujo no son solo el recurso utilizado y después tratado para elaborar una pieza única, sino una mezcla de recursos, cultura, pasión, arte y tecnología.
Se escucharon frases maravillosas como que “las personas viven la experiencia de las cosas y alcanzan lo social, la innovación. Los consumidores son lujosos y eligen por pasión y por esa experiencia, no porque la marca les obligue a pagar”. Los ponentes explicaban que el lujo no iba a desaparecer en una tela de mala calidad sino que el consumidor buscaría la experiencia como una filosofía de consumo sostenible. Gracias a esta mentalidad las personas dotaban a las marcas de valores emocionales intangibles y la sostenibilidad podía tener cabida en esta industria.
Sobre opiniones, igual que sobre gustos. Bien es cierto que la tecnología avanza y gracias a ella Pepita Marín revoluciona este sector con su propuesta We Are Knitters. En ella vende experiencia y crea comunidad. Asimismo Kavita Parmar, de IOWEYOU (IOU), propone innovar y avanzar en la creación de nuevas tendencias. Según Parmar «volvemos a los estilos pasados pero no evolucionamos». Ella es un claro ejemplo de superación. Viaja por todo el mundo promoviendo la pasión por la moda y trabajando por llegar al diseñador principal. El productor y recolector de los recursos. El primer eslabón de la cadena de producción de un artículo o prenda. Cuenta a todos la historia, el origen de todo lo que posteriormente van a consumir.
Parmar nos acerca vía Internet el origen y el porqué de la calidad. Incentiva para que las personas paguen por la calidad, que la demanden y no se conformen con un mercado de falsas marcas. Ser sostenible en la industria de la moda existe y es tendencia.
Dress60 quiere abrir un pequeño apartado a la sostenibilidad. La misma de la que habla mensualmente la directora de Glamour España. Alicia Parro abre capítulos sobre la industria de la Moda con profesionales carismáticos y brillantes como Scott Hamlin.
Porque promover la concienciación humana y el desarrollo del diseño y calidad es posible. Eso sí, mejor con la ayuda de la tecnología para que el cambio y desarrollo sea posible.
El mundo de la moda y los Personal Shoppers
Es increíble lo que ocurre cuando uno entra en el mundo de la moda. Definitivamente, no hay vuelta atrás. Se transforma en un circulo vicioso en el que el objetivo es estar al último grito. ¿Por qué? Sinceramente, porque nos sentimos más guapos, más atractivos y por ende, mejor con nosotros mismos, con nuestro propio yo interior. Quién diga lo contrario que tire la primera piedra.
De ese sentimiento personal se desprende la figura clave del mundo de la moda. El denominado Personal Shopper, más conocido en nuestro país como el Asesor de Imagen. Pero no nos engañemos…eso de Personal Shopper es más “molón” que lo de Asesor de Imagen. Por favor, ahora lo que se lleva son los anglicismos, son más “cool”.
Por lo tanto, ¿qué es un Personal Shopper? Para empezar esta persona puede ser hombre o mujer. Y para continuar, esta debe ser alguien que nos ayude a escoger mejor nuestros “outfits” (modelos), y así hacer que nos sintamos mejor con nuestra propia imagen y la que queremos proyectar hacia los demás.
Existe una gran variedad de estudios sociológicos y psicológicos en los que queda patente y demostrado que las personas que proyectan una mejor imagen son más propensas a conseguir aquello que desean. A eso los ingleses lo han llamado Power Dressing (el poder de la vestimenta). Así que, ¡pongámonos las pilas!
Sin embargo, me quedé perplejo ante la siguiente situación. Habiendo decidido ya que mi artículo iba a estar enfocado a la figura del Personal Shopper decidí preguntar a varias personas lo siguiente:
“Si utilizarás un Personal Shopper, ¿te gustaría que fuera hombre o mujer?”
La verdad es que obtuve todo tipo de respuestas pero, para mi sorpresa, ninguna de ellas fue: hombre y punto o mujer y punto. Al contrario, todas las respuestas eran básicamente un diálogo interno bien reflexionado sobre si escoger uno u otro. A medida que hablaban, exponían sus propias dudas y respondían poco a poco a cada una de ellas. Me pareció fascinante descubrir como funciona el cerebro femenino. Por lo menos una pequeñísima parte de él.
Justo después de ese análisis cada una de ellas empezó a darme sus respuestas. Jamás las hubiera imaginado. Aquí os dejo una muestra:
- Por preferir, me decanto por un hombre, pues una mujer quizás no me diría toda la verdad. A veces, para no hacer daño, no nos decimos todo lo que pensamos. No me fio.
- Si tuviera que escoger, prefiero un hombre pero, que sea gay, pues tienen un gran gusto por la moda.
- Prefiero un hombre pero, que no sea gay, porque entonces me dirá de verdad como me queda la ropa y además, lo podré ver en sus ojos.
- Definitivamente prefiero una mujer, me sentiría más cómoda en este tipo de situaciones.
- Yo no lo utilizaría, pues considero que me daría su opinión sólo para vender más.
Como podéis ver hay opiniones para todos los gustos, pero yo os invito a la reflexión:
Vosotr@s que preferís, ¿hombre o mujer?
Independientemente de una elección u otra, espero que un día lo probéis, que salgáis a comprar con un Personal Shopper, o en las mismas tiendas, donde se ofrecen sus servicios de forma gratuita.
Será una nueva experiencia que no podréis olvidar. Quizás una manera de salir de la rutina y porque no llamarlo en inglés que es lo que más se lleva:
¡SAL YA DE TU “CONFORT ZONE”!
Redes de Moda y lujo en el gigante asiático
El gigante asiático cae en las redes de moda y lujo que traen las pasarelas de todo el mundo. La primavera viene cargada de transparencias, redes y perforados que dejan poco a la imaginación. Atrás quedaron las predominantes flores y los colores pastel. El armario se reinventa y lo hace al más puro estilo Madona formando redes de lujo y moda.
Las revistas de moda sacan en portada y en los diseños interiores, a un conjunto de celebrities que han sucumbido al poder de Balmain y Chanel. Entre las elecciones de outfits que han seleccionado en esta emergente temporada primavera-verano, destacan un conjunto de “redes de lujo y estilo”. Tanto las modelos de las pasarelas de París, Milán y Nueva York como las famosas actrices y cantantes, lucen felices los nuevos diseños que dejan poco a la imaginación.
Selena Gomez, Bianca Brandolini, Miranda Kerr, Cate Blanchet o Eva Longoria se pierden por los nuevos diseños que desde el blanco más puro al negro metalizado destacan en pasarelas rojas de todo el mundo. El toque de red juega combinado o en solitario tanto en instagramers como street styles más afamadas del momento.
Mientras que la nueva temporada va tomando las pasarelas el mercado asiático chino toma poder en la calle. No solo puede verse la revolucionaria tendencia en personajes del mundo de la empresa como Eva Chen. La diseñadora independiente, Liu Lu, así como destacados emprendedores chinos dejan clara su intención de trasladar lo fashion y chic a las calles de su país.
Shangguan Zhe (@sankuanz), Fiona Lau y Kain Picken, Vega Zaishi Wang, Christine Lau y Anais Mak son algunos de los nombres que han sonado a fuerza de tacones en 2015. Pero, ¿qué podemos destacar si nos damos un paseo, por ejemplo, por Shanghaï?
El lujo recorre las calles de las ciudades y pueblos chinos. En una visita a Shanghaï las ciudadanas chinas, principalmente, lucían orgullosas toda clase de bolso y mochilas sacados de las últimas temporadas de Prada, Chanel y Dior. A primera vista daba la impresión de que no sentían pasión por la moda en general pero solo hacía falta observar para ver que son tan valientes como las londinenses y se sienten tan cómodas con los estilos como las modelos en la pasarela.
El gran trabajo que están realizando diseñadores chinos como la brillante Liu Lu, Xander Zhou, Uma Wang o Zuc Zug va cobrando sentido poco a poco en las zonas más privilegiadas de China. Sin duda son internacionalmente conocidos pero su emprendimiento ha conseguido que una ciudadana china cambie el tradicional atuendo en azul, negro o marrón por una gama aperturista e innovadora cargada de color, estilo y, parece ser que en primavera, redes de lujo y Moda.
¿Sabes lo que es el código QR?
Después de realizar múltiples entrevistas a un gran número de personas, uno realmente se sorprende con cada una de las respuestas que obtiene. Algunas son coincidentes, otras, muy dispares. Sin embargo, en todos mis intentos por recabar información, ante una de mis preguntas, siempre obtuve la misma respuesta.
Si yo fuera ustedes, una vocecita interior llamaría mi atención. Esta me diría algo así como…¿De qué se trata exactamente?
Frente a esta situación de completa intriga por el saber, yo no voy a ser quién para dejarles con la intriga. Aunque podría, no sería justo. Mi pregunta era la siguiente:
“¿Conoces lo qué es el código QR?”
Sorprendentemente, el 98% de los encuestados respondía que NO sabía lo que era.
Ahora, si al entrevistado se le explicaba que se trataba del famoso “cuadradito” que se escanea a la hora de viajar en tren y en avión, entonces afirmaban rotundamente que si lo conocían. No sólo eso, sino que para más inri lo habían utilizado en varias ocasiones. Curiosidades de la vida…cuantas cosas utilizamos que en realidad no sabemos que nombre tienen.
No obstante, lo importante no es que la gente lo conozca por su nombre, sino más bien, que la gente lo utilice.
En el ámbito de los transportes ya es normal ver estas “figuras geométricas” pero, ¿y en el mundo de la moda? En mi opinión, el QR todavía tiene mucho camino por recorrer.
Cuando uno observa las etiquetas de las prendas de ropa, uno se percata de que en ellas, a veces, podemos encontrar el susodicho código, pero no siempre. No todas las marcas lo imprimen. Y algunas, a pesar de imprimirlo, no ofrecen ninguna información adicional.
Marcas como Zara y Promod sí lo hacen. La primera, te redirecciona a su propia página web, mientras que la segunda, mejorada, te redirecciona a una imagen de una modelo con la prenda puesta. Asimismo, escaneando el QR de Promod, el cliente obtiene información adicional de ciertas medidas de la misma en centímetros y de complementos que pueden combinar con ésta (en el caso de que sea un pantalón: zapatos, bolsos, blusas, fulares, etc.). Ésta es la línea a seguir por todas las marcas.
Pero, a pesar de ello, el código QR sigue sin ser lo suficientemente atractivo. Las personas no perderían su tiempo en escanearlo. Consideran que no existe ningún valor añadido.
Por lo tanto, yo les pregunto, ¿Qué información debería ofrecer el QR para que perdieran su tiempo en escanearlo con su móvil? ¿Se debería de hacer más publicidad de éste instrumento en las tiendas? ¿Es necesario invertir dinero en esta tecnología?
Espero reflexionen sobre ello y les dejo aquí una pequeña muestra de Ralph Lauren. ¿Perderán su tiempo en escanearlo?.
Nuevas tendencias en moda y tecnología
¿Qué hay de nuevo amigos? Dress60 se viste de tecnología para avanzar sobre las nuevas tendencias que están acaparando la atención de todos. Cuando los diferentes medios de comunicación advierten de una revolucionaria tendencia en el sector de la moda las mesas comienzan a temblar. Los meses avanzan y la tecnología sigue maravillando con nuevos inventos o, simplemente, con los mismos instrumentos pero perfeccionados. Más si cabe, la tecnología quiere abordar el sector de la moda y esta vez quiere envolverla de realidad aumentada, gafas 3D y robots multifuncionales. Pasamos de hablar de «nueva era digital» a encontrar innovación y evolución digital en diferentes tendencias, en este caso en la moda.
Atrás quedaron los maniquíes de tallas predeterminadas. Descubrimos el nuevo maniquí – robot que se adapta a tus medidas. Se dice pronto pero el proyecto que lleva consigo el nombre de iDummy es el resultado de años de duro trabajo. Un reto prometedor y brillante se ha convertido en viral en las redes sociales atrayendo a fashionistas e ingenieros. Trendencias toma el rol de vocero oficial y nos pone al tanto de este nuevo robot-maniquí.
Tal y como reclaman miles de usuarios y usuarias, el maniquí estándar está un poco obsoleto mientras que las tallas no predeterminadas, junto con la personalización, van tomando forma hasta tal extremo que nos encanta. Las llamadas fashionistas anunciaron que tenían problemas con la elección de la talla adecuada, a la hora de ir a comprar. Pero lo que sí generaba frustración, en algunas ocasiones, era el enfrentarse a una modelo de alturas a veces inalcanzables, que no reflejaba el cuerpo estándar de las compradoras.
Ante estas situaciones, las nuevas propuestas tecnológicas son una apuesta de futuro en la resolución de estos dilemas. Tendencias que Dress60 quiere incorporar en la concepción de «experiencia de compra».
El famoso customer experience evoluciona de la pasarela a la casa, añadiendo otro elemento más de valor al “mundo fashion” de la mano de la realidad aumentada. Pasamos de recorrer la Sevilla medieval con Past View a estar presentes en un fashion show, gracias a la ayuda de lo que parecen unas simples gafas y un móvil.
Seguimos la evolución de este prometedor matrimonio que forman tecnología en la era digital y Moda con mayúsculas.
El futuro digital de la Moda.
El mundo de la moda está cambiando a pasos agigantados. Las nuevas tecnologías se van introduciendo poco a poco en el hogar de Balenciaga, Ortega o Blahnik. Pero…¿Por qué? Básicamente por dos razones: la primera, la evolución de las tecnologías. La segunda, los Millennials. El futuro digital de la Moda ya esta cerca.
Quizás más de uno esté leyendo este artículo pero, ¿quiénes son exactamente? Por definirlos de alguna manera: Dícese de las personas pertenecientes a la generación Y, nacidas durante las dos últimas décadas del siglo XX. ¿Se identifican? A diferencia de las anteriores generaciones (la X y la Baby Boomer), la influencia de la tecnología en ellos ha sido mucho mayor.
«Antes los niños nacían con un pan bajo el brazo.
Hoy…nacen dominando un móvil y una tablet».
Las marcas de moda se han percatado de ello. Por lo tanto, deben introducir nuevas tecnologías para poder interactuar con sus futuros clientes. Zara, Sephora, John Lewis, Tesco y otras muchas han iniciado esta transformación.
Sin embargo, lo que más despunta entre las nuevas tendencias que inundan el mercado de la moda son los espejos digitales. ¿Los conocen? Estos nuevos instrumentos ya están revolucionando la experiencia en las tiendas de todo el mundo. Surge así una nueva forma de probarse la ropa. Algunas tiendas como Ralph Lauren ya han implementado esta tecnología en la “Gran Manzana” pero, ¿cuándo llegará a España?
Quizás introducir esta experiencia pueda incrementar las ventas. No obstante, se observa una creciente tendencia hacia la compra online en el mundo del retail. ¿Cómo hacer que la gente compre más a través de la red? Este sería el siguiente paso al que se enfrentan las grandes marcas del mundo de la moda. Y después, la era del móvil. Ese es el futuro, un futuro en manos de los Millennials.
Nos vemos en la siguiente entrada.
“Millennials are driving a fundamental change in the way we think about corporate culture and what we see as the potential for impact in the social sector by both companies and employees”
Jean Case