El mundo de la moda y los Personal Shoppers
Es increíble lo que ocurre cuando uno entra en el mundo de la moda. Definitivamente, no hay vuelta atrás. Se transforma en un circulo vicioso en el que el objetivo es estar al último grito. ¿Por qué? Sinceramente, porque nos sentimos más guapos, más atractivos y por ende, mejor con nosotros mismos, con nuestro propio yo interior. Quién diga lo contrario que tire la primera piedra.
De ese sentimiento personal se desprende la figura clave del mundo de la moda. El denominado Personal Shopper, más conocido en nuestro país como el Asesor de Imagen. Pero no nos engañemos…eso de Personal Shopper es más “molón” que lo de Asesor de Imagen. Por favor, ahora lo que se lleva son los anglicismos, son más “cool”.
Por lo tanto, ¿qué es un Personal Shopper? Para empezar esta persona puede ser hombre o mujer. Y para continuar, esta debe ser alguien que nos ayude a escoger mejor nuestros “outfits” (modelos), y así hacer que nos sintamos mejor con nuestra propia imagen y la que queremos proyectar hacia los demás.
Existe una gran variedad de estudios sociológicos y psicológicos en los que queda patente y demostrado que las personas que proyectan una mejor imagen son más propensas a conseguir aquello que desean. A eso los ingleses lo han llamado Power Dressing (el poder de la vestimenta). Así que, ¡pongámonos las pilas!
Sin embargo, me quedé perplejo ante la siguiente situación. Habiendo decidido ya que mi artículo iba a estar enfocado a la figura del Personal Shopper decidí preguntar a varias personas lo siguiente:
“Si utilizarás un Personal Shopper, ¿te gustaría que fuera hombre o mujer?”
La verdad es que obtuve todo tipo de respuestas pero, para mi sorpresa, ninguna de ellas fue: hombre y punto o mujer y punto. Al contrario, todas las respuestas eran básicamente un diálogo interno bien reflexionado sobre si escoger uno u otro. A medida que hablaban, exponían sus propias dudas y respondían poco a poco a cada una de ellas. Me pareció fascinante descubrir como funciona el cerebro femenino. Por lo menos una pequeñísima parte de él.
Justo después de ese análisis cada una de ellas empezó a darme sus respuestas. Jamás las hubiera imaginado. Aquí os dejo una muestra:
- Por preferir, me decanto por un hombre, pues una mujer quizás no me diría toda la verdad. A veces, para no hacer daño, no nos decimos todo lo que pensamos. No me fio.
- Si tuviera que escoger, prefiero un hombre pero, que sea gay, pues tienen un gran gusto por la moda.
- Prefiero un hombre pero, que no sea gay, porque entonces me dirá de verdad como me queda la ropa y además, lo podré ver en sus ojos.
- Definitivamente prefiero una mujer, me sentiría más cómoda en este tipo de situaciones.
- Yo no lo utilizaría, pues considero que me daría su opinión sólo para vender más.
Como podéis ver hay opiniones para todos los gustos, pero yo os invito a la reflexión:
Vosotr@s que preferís, ¿hombre o mujer?
Independientemente de una elección u otra, espero que un día lo probéis, que salgáis a comprar con un Personal Shopper, o en las mismas tiendas, donde se ofrecen sus servicios de forma gratuita.
Será una nueva experiencia que no podréis olvidar. Quizás una manera de salir de la rutina y porque no llamarlo en inglés que es lo que más se lleva:
¡SAL YA DE TU “CONFORT ZONE”!